LA FAMILIA Y EL EQUILIBRIO DEL SISTEMA DEPORTIVO
LA FAMILIA Y EL
EQUILIBRIO DEL SISTEMA DEPORTIVO.
Los
jóvenes deportistas están en edad de aprender todo lo necesario para practicar
un deporte, a competir en buena lid, a ganar y a perder, a encontrar su rol
dentro del equipo, a no bajar los brazos, también aprender que el deporte no
siempre es justo, que los compañeros pueden fallar y sobre todo, aceptar, que
probablemente no se ganen la vida con el deporte.
En
el equilibrio necesario entre formación – competición que debe existir en el
deporte, los padres y madres de los jóvenes jugadores son una pieza clave en el
tablero de juego, ignorando en algunos casos que son los pilares que dan
estabilidad a todo el sistema formado por todos los componentes que rodean al
deportista (club, entrenador, compañeros y familia).
Las
expectativas que tienen los deportistas / jugadores deben ser controladas
principalmente desde la propia familia, evitando alimentar unas expectativas no
realistas con comentarios del tipo: “eres
el mejor del equipo”, “si no fuera por ti, no marcabais ni un gol”, “sigue así,
nos vas a retirar de trabajar.

En cualquier juego o
deporte, existen unas reglas, hay equipos, marcador, ganadores y perdedores y
por tanto una competición o el instinto natural de ser mejor que el rival y si
no se consigue, demostrar que has avanzado en el aprendizaje. Por eso, una
actitud positiva de los padres y madres frente a la derrota, anima a los
jugadores / deportistas a volver a intentarlo cuando no se consigue la
victoria, generando confianza además en los entrenadores para trabajar
siguiendo una hoja de ruta, que en muchas ocasiones, tras la derrota también son cuestionados, con frases del tipo "el equipo no está colocado", "no hacen físico en los entrenamientos" o "mano dura necesitan estos jugadores y no tantos jueguecitos con balón..."